Gaya Isabelle Kiel

Siento pasión por las culturas y las lenguas y me encanta combinar los viajes con mi trabajo terapéutico.

 

Desde muy pronto me intrigaron  el cuerpo humano,  su sistema músculo-esqueletal y el movimiento.

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Empecé a dar sesiones individuales en el año 2002 y cuanto más aprendo, más me sorprende comprobar cómo todo está interconectado en el ser humano, cómo la mente y la emoción afectan al cuerpo físico y viceversa.

 

Entiendo el movimiento como una forma de expresión, un lenguaje. Comunicarse en ese lenguaje supone encontrar sus claves para que mayores, adultos y niños puedan aprender y crecer.

 

Desde 2016 he tenido la oportunidad de acompañar a adultos y niños enfrentados a grandes retos físicos y emocionales, haciendo de guía en sus procesos de transformación y en el desarrollo de habilidades y funciones que superan con mucho los diagnósticos médicos.

 

Me siento fascinada por este trabajo y descubro cada día nuevas posibilidades del cerebro y del sistema nervioso para aprender y readaptarse.  

 

Mi experiencia me ha enseñado que este proceso de aprendizaje  sólo es posible en colaboración, debe generarse una conexión entre terapeuta y el individuo.

El terapeuta debe tener la capacidad de escuchar y comprender su lenguaje para que sea posible el proceso terapéutico.